La colorimetría personal surge del estudio de los colores naturales de la persona, teniendo en cuenta el tono de piel así como el color de los ojos y del cabello. De estos elementos se derivan las llamadas "estaciones" (verano-invierno, primavera-otoño) con sus respectivas variantes que forman el abanico de los doce tipos personales. A partir de ahí descubrimos cuales son los colores adecuados para realzar la belleza que reside en cada uno.
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